Fallece Antonio Bonet Correa
Antonio Bonet Correa (La Coruña, 1925 – Madrid, 2020)
El CEHA lamenta profundamente la pérdida de Antonio Bonet Correa, presidente de Honor de nuestra asociación, además de otras muchas distinciones. Antonio Bonet Correa deja un legado inmenso a las generaciones presentes y futuras de la Historia del Arte. Descanse en paz.
Catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, Presidente de Honor del CEHA, Presidente de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Doctor Honoris Causa por numerosas universidades. Antonio Bonet Correa ha sido uno de los historiadores del arte más importantes de su generación y de la Historia del Arte en España. Sus aportaciones al conocimiento de la Historia del Arte han sido reconocidas internacionalmente.
Antonio Bonet Correa (La Coruña, 20 de octubre de 1925-Madrid, 22 de mayo de 2020)
Inició su formación investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela, desde donde viajaría a París en 1951. En París estudió en el Institut d’Historie de l’Art y se diplomó en Museología por la Escuela del Louvre. Posteriormente, ejercería como lector en la Sorbona y profesor de Historia del Arte en la Universidad de París. En 1957, se doctoró en Historia del Arte por la Universidad Complutense, recibiendo el Premio Nacional Menéndez Pelayo. En 1959, fue profesor adjunto de historia del arte en la Universidad Complutense de Madrid. En 1964, obtuvo la plaza de catedrático de Historia General del Arte en la Universidad de Murcia y en 1967, la cátedra de Historia del Arte Hispanoamericano de la Universidad de Sevilla. En 1973, ocuparía la cátedra de Historia del Arte de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, donde culminaría toda su carrera investigadora y docente. En 1974, fue también profesor extraordinario de la Universidad de Estrasburgo.
El legado intelectual que deja a la Historia del Arte en España es inmenso. Con una formación cosmopolita y conocedor del escenario internacional, abrió nuevas líneas de investigación al pensamiento histórico-artístico español. Entre ellas, la cultura visual contemporánea, la literatura artística y la teoría del arte, el urbanismo, el arte prehispánico americano o el coleccionismo institucional. Todas ellas, plenamente consolidadas e institucionalizadas hoy. Asimismo, sus estudios sobre el Barroco constituyen un marco de referencia ineludible. Su compromiso con el arte contemporáneo también fue esencial, siendo uno de los impulsores de ARCO, la feria del Arte Contemporáneo que ha contribuido a la visibilización, proyección internacional y dinamización del mercado artístico español.
Gran bibliófilo, como lo muestra el énfasis con el que se dedicó a expandir los estudios sobre literatura artística en nuestro país, su labor en la editorial Cátedra también le dio la oportunidad de hacer de los libros de arte una herramienta de renovación de la disciplina. Además de los estudios muy valiosos publicados por investigadores españoles, la editorial Cátedra se convirtió una plataforma esencial para dar a conocer la obra de pensadores e investigadores internacionales, que pudieron ser leídos por primera vez en español.
El Comité Español de Historia del Arte le debe también mucho a la iniciativa de Antonio Bonet. Sabedor de la importancia de la celebración de reuniones científicas regulares para la actualización de los conocimientos y el intercambio de ideas, fue uno de los grandes impulsores de los primeros congresos del CEHA.
Su labor como historiador del arte también la ejerció más allá del ámbito universitario. Fue director del Museo de Bellas Artes de Sevilla, vocal del Real Patronato del Museo del Prado, patrono de honor de la Fundación Amigos del Museo del Prado, presidente de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Artístico Español, académico de la Real Academia de Santa Isabel de de Hungría de Sevilla, de la Real Academia de San Jorge de Barcelona, de la Academia Nacional de Bellas Artes de Lisboa, de la Academia Nacional de Argentina y, muy especialmente, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que fue su presidente desde 2008 hasta 2015, siendo nombrado posteriormente director honorario. Fue miembro, además, del International Council of Museums (ICOM), de la AICA y del Comité Internacional de la Historia del Arte.
Su aportación al conocimiento histórico-artístico ha sido extensamente reconocido. Entre los premios y distinciones que se le han concedido, se encuentran la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2012) concedida por el Ministerio de Educación y Cultura y el Premio Fundación Amigos del Museo del Prado (2016). Ha sido investido como Doctor Honoris Causa por distintas universidades.